Pese a los “buenos deseos” del Senador Alejandro Armenta “al destapar” a Julio Huerta Gómez como aspirante a la gubernatura y secundado –dos días después- por el gobernador sustituto, Sergio Salomón Céspedes Peregrina, de que su Secretario de Gobernación “es un luchador social con credenciales para ser candidato a cualquier cargo en los comicios del 2024”, resulta que la promoción política-electoral es una jugada de carambola de tres bandas.
Primero es mantener vivo políticamente al grupo Barbosista.
Y la forma de hacerlo es posicionar electoralmente al orgullo del nepotismo de Luis Miguel Gerónimo Barbosa… Julio Miguel Huerta Gómez.
Para, finalmente, negociar que sea candidato de Morena al Senado de la República.
Puesto, que el abanderado al Gobierno de Puebla saldrá de la encuesta que realice Morena.
Y ahí, don Julio tiene cero posibilidades.
En México tienen la “ficha” de Huerta Gómez, cuya carrera política se constriñe a ser delegado del PRI en Zinacatepec, cuando Mario Marín era gobernador; en 2018 perdió los comicios a Diputado Local por Ajalpan con el “traje” de Morena.
Amén, que su experiencia administrativa gubernamental se centra únicamente en la Dirección General de Gobierno, el cual le otorgó su primo Barbosa Huerta.
Punto.
Aunado, que los acuerdos y negociaciones cupulares llevaron a que Céspedes Peregrina lo designara titular de Gobernación.
Negociación donde Rosario Orozco viuda de Barbosa jugo –y jugará- papel estelar como “visor del barbosismo” en Casa Aguayo.
Baste ver su declaración del pasado jueves 5 de enero en la toma de posesión de Gabriela Bonilla Parra –esposa de Sergio Salomón- en la Presidencia del DIF Estatal, donde Rosario Orozco fue objeto de un homenaje.
Acto que sirvió para dejar un claro mensaje al nuevo gobierno:
“Reconciliación sí… pero sin solapar a delincuentes”.
“El que haya cometido un delito, sea quien sea, debe lograrse una sanción, porque si no, no habrá reconciliación con el estado, habrá como siempre, el solapamiento hacia otros grupos, hacia otra gente, eso no se debe dar en Puebla, eso debe cambiar, de veras”
Abundó: “Tal vez las fuerzas políticas dijeron, ¡ah!, nos vamos a reconciliar, nos vamos a juntar todos.
No, eso era el cazo de las carnitas, tan platicado por mi esposo con la gente cercana”.
“Y ese cazo de las carnitas, mi esposo y mi familia jamás participaríamos en ello. Los que estaban cerca de él, saben a qué me refiero, la reconciliación la buscó con el pueblo, con todos los presidentes municipales que seguían una línea derecha, franca y abierta a favor de la gente, nunca a favor de intereses oscuros o beneficios personales”, puntualizó.
Por otra parte, el nuevo inquilino de Casa Aguayo tiene claro que no tiene cercanía, menos ascendencia con el Presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
De igual forma acontece con el –poderoso- Secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández.
Pero sobre todo en su “íntima-intimidad” sabe que “gobernador… no pone gobernador”.
Y que él –Salomón Céspedes- es resultado del “hombre y sus circunstancias”… de la mano de Rafael Moreno Valle llegó en 2014 al Congreso del Estado y fue alcalde de Tepeaca en 2018.
Para 2021, la mano y guía del priista Jorge Estefan Chidiac lo lleva con el ex mandatario Miguel Barbosa Huerta, quien “lo compra” –políticamente hablando- y así, por segunda ocasión, arriba al Congreso y lo coloca al frente de la bancada Legislativa de Morena y presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política –Jucopo-
Pero, ante el fallecimiento de Barbosa Huerta… “el hombre y sus circunstancias” lo llevan a estar en el lugar y momento indicado.
Y hoy es Gobernador de Puebla.
Ni más, ni menos.
Tampoco debe soslayarse la presencia ayer de la licenciada Rosario Orozco en la sede del Poder Legislativo, donde compareció su primo Julio Miguel Huerta Gómez para rendir informe de labores al frente de la Secretaría de Gobernación.
Vaya casualidad.
Pero como en política no existe casualidades, queda claro el poder que tiene –y tendrá- la viuda de Barbosa en el mandato de Sergio Salomón.
Porque, si alguien estuvo en las entrañas de la negociación y tiene los “datos duros” para que Céspedes Peregrina ocupara la gubernatura… es ella.
Y ella está allí para cuidar que la “herencia barbosista” no pase a otras manos.
Y el poseedor de ese legado es Julio.
Pero solo le alcanzará para llegar al Senado de la República.
O bien, a la Cámara de Diputados.
Al tiempo.
