Al referir que la Secretaría de Movilidad y Transporte es un lastre para el gobierno del estado por corrupta e ineficiente, la Presidenta del Comité Directivo Estatal del PAN, Genoveva Huerta Villegas, exigió la renuncia del titular de la dependencia, Guillermo Aréchiga.
En conferencia de prensa virtual, la dirigente manifestó que a siete meses de haber concluido el plazo para la modernización del transporte el programa es un rotundo fracaso, pues sólo cerca de seis mil de las más de 14 mil unidades en circulación cumplió con los requisitos. Hoy quienes pagan los platos rotos son los ciudadanos con un transporte que además de caro es obsoleto, pero en especial inseguro. Tan sólo el 24 de septiembre pasado se registraron cuatro asaltos a mano armada en distintas unidades”, dijo.
Al respecto, señaló que Puebla ocupa el quinto lugar nacional en este rubro, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública: “Esto nos habla de la incapacidad del gobierno para controlar el incremento delincuencial, así como para cumplir los compromisos anunciados con bombo y platillo”.
De la misma manera, Huerta Villegas agregó que el gobernador Miguel Barbosa o no se da cuenta o se hace de la vista gorda, pues además de estas pifias, la corrupción impera en dicha dependencia.
Como ejemplo mencionó que un delegado de dicha Secretaría tiene a su hermano usurpando funciones y extorsionando a transportistas y concesionarios haciéndose pasar como supervisor de transporte en Tehuacán. Lo anterior, a pesar de que en 2012 fue puesto a disposición del Ministerio Público precisamente por los delitos de cohecho y usurpación de funciones.
“La realidad es que en Puebla los poblanos están cansados de tener un transporte riesgoso, que seguirá así por el abandono de las autoridades, por la corrupción de la Secretaría de Movilidad y por la complacencia de un gobernador omiso”, acotó.
Finalmente, Huerta Villegas exigió al gobernador Barbosa cumpla la promesa de modernizar el transporte, pues el precio que pagan los poblanos no empata con el estado de las unidades, ocho mil de ellas sin cámaras de vigilancia, sin botones de pánico y sin medidas de seguridad para los usuarios.
