Tecali de Herrera, Pue. El ganadero Manuel Fernández quien lleva los destinos de la cabaña brava poblana de El Rocío, abrió las puertas de su plaza de tientas para labores camperas que realizó el joven matador de Apizaco, Angelino de Arriaga.
Leer más: La casa ganadera "Felipe González" está de luto
Don Manuel Fernández dispuso de tres hembras y dos novillos con edad y cara para que el torero tlaxcalteca diera rienda suelta a su Tauromaquia plena de plasticidad e inspiración. Una vaca encaste Conde de la Corte y dos Parladé, mismas que fueron calificadas de nota alta la primera y tercera, mientras que la segunda fue superior. En tanto que, con los novillos, el primero con mucha cara, tuvo en sus manos a un Angelino de Arriaga que de inmediato comprendió las condiciones del ejemplar para extraer el fondo del burel. Con el segundo, nuevamente apareció la calidad, transmisión y durabilidad, para que el ruedo se inundara de pasajes de suma belleza. En las ayudas destacó el torero Alfonso Vázquez y Toño Peláez, quienes se dieron verdadero banquete en las “tres” que les correspondió.
Posterior a las labores de tienta, Don Manuel Fernández dispuso de una rica comida que permitió la reflexión por la que atraviesa la fiesta taurina en México en estos momentos.
Un día redondo en una ganadería que desde su fundación goza de muchas cualidades en sus potreros. No por nada en su presentación en la plaza de toros México, terminó dando vuelta al ruedo don Manuel Fernández.
Actualmente, El Rocío espera con ilusión que la contingencia sanitaria disminuya para poder lidiar en alguna plaza del país.
