Vacunólogo BUAP se une a las filas del comité encargado de las vacunas que se utilizarán para hacer frente al Covid-19

La única vía de combatir infecciones causadas por virus, bacterias o parásitos es a través de compuestos terapéuticos y vacunas. En su laboratorio, en la University of Texas Medical Branch (UTMB), en Galveston, Texas, el doctor Alfredo Torres ha construido las principales vacunas candidatas contra las patógenas Burkholderia Escherichia coli, actualmente en fase de ensayos clínicos.

El egresado de la BUAP es hoy un vacunólogo mundialmente reconocido por sus pares, lo cual lo ha llevado a ser uno de los integrantes del Comité Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación de Desarrollo de Vacunas del Conacyt, encargado de emitir las recomendaciones al gobierno federal sobre las vacunas que se utilizarán en México para hacer frente al coronavirus SARS-CoV-2.

El doctor Alfredo Torres, quien se graduó en la BUAP como Químico Farmacobiólogo, en la Facultad de Ciencias Químicas, y más tarde como maestro en Ciencias, en el Instituto de Investigaciones en Ciencias Microbiológicas del Instituto de Ciencias, cuenta hoy con una amplia experiencia en el estudio de bacterias causantes de enfermedades diarreicas, como Escherichia coli o Shigella, y de organismos relacionados con la biodefensa, como Burkholderia.

Con su grupo de investigación fundado hace 17 años, conformado actualmente por cuatro estudiantes de doctorado, tres postdoctorales y un técnico de investigación, en la UTMB, en Galveston, Texas, trabaja en la caracterización de los mecanismos de patogenicidad de bacterias consideradas como agentes de interés en bioseguridad nacional, B. mallei y B. pseudomallei, con el objetivo de producir vacunas viables y compuestos terapéuticos. Así también, en la elucidación de los mecanismos utilizados por Escherichia coli patógena, para adherirse y colonizar el epitelio intestinal, además de caracterizar las redes de regulación que controlan su patogenicidad.

Entre las principales contribuciones de Alfredo Torres -doctor por la Universidad de Texas, en Austin, con estancia posdoctoral en la Escuela de Medicina de la Universidad de Maryland, Baltimore- destacan el desarrollo de diferentes terapias y vacunas probadas contra cepas de Burkholderia y E.coli patógenas, actualmente en estudios preclínicos. Por ejemplo, el diseño de glicoconjugados como nanovacunas que pueden proteger contra infecciones respiratorias por diferentes patógenos.

A las citadas aportaciones se suman el desarrollo de modelos animales estandarizados para evaluar y comparar la virulencia y la progresión de la enfermedad de diferentes cepas bacterianas, así como en el estudio de los mecanismos de virulencia, centrándose en la identificación y caracterización de antígenos candidatos para el desarrollo de vacunas. 

Hoy las contribuciones del también miembro de la Academia Americana de Microbiología y del Sistema Nacional de Investigadores, nivel III, se plasman en 145 publicaciones arbitradas en revistas indizadas, así como artículos de revisión, capítulos de libros y dos libros, sobre patogénesis microbiana, seguridad alimentaria y desarrollo de vacunas y terapéuticos.