Así como en la era priista de los presidentes de México, Carlos Salinas de Gortari y Ernesto Zedillo Ponce de León, buscaron apoderarse de la Rectoría de UNAM, lo mismo intentó Luis Echeverría Álvarez con la Universidad Autónoma de Puebla para derribar al Rector Luis Rivera Terrazas, que llevaría a la caída del mandatario Alfredo Toxqui Fernández de Lara.
Historia que ha buscado repetir el mandatario de Morena, Andrés Manuel López Obrador, con la Máxima Casa de Estudios de México.
Pasajes que han tenido connotación e impacto en la vida política, social y universitaria del País.
Y cobran vigencia cuando la UNAM entra a la recta final de la sucesión del Rector Enrique Graue, la cual está única y exclusivamente en manos de su Junta de Gobierno.
Y de nadie más.
Elección universitaria que está ligada –guste o no- al proceso electoral Presidencial de junio 2024 y donde la UNAM, con una comunidad de 450 mil estudiantes, docentes y trabajadores ha jugado, juega y jugará papel toral en la vida política nacional.
Si algún ingrediente podría faltarle, resulta que Claudia Sheinbaum Partdo, virtual candidata morenista a Palacio Nacional, no solo es egresada de la Universidad Nacional Autónoma de México –UNAM-, es catedrática e investigadora.
Y ex integrante del Consejo Estudiantil Universitario, el famoso CEU, movimiento que marcó huella, junto con su entonces novio Carlos Imáz, Ordoríca, entre otros.
Pero…
Su hermano –político, claro-, el Presidente López Obrador, ha intentado inmiscuirse en la vida interna de la UNAM.
José Narro Robles, Rector de la UNAM, noviembre 2007 a noviembre 2015, en reveladora entrevista a la periodista Laura Toribio de Excélsior, declaró:
Estoy convencido de que los intentos de intromisión en la máxima casa de estudios…
“no son fantasías, ilusiones o malas ideas, sino hechos”.
Con ironía expuso:
“Se les olvidó por un gazapo mecanográfico la fracción correspondiente a la autonomía universitaria en la iniciativa que se presentó en diciembre de 2018, no es imaginación”.
“Hubo intentos para cambiar, sin consulta, las leyes orgánicas de las universidades y por lo menos en una de ellas lo consiguieron: la de Sonora”.
“Hubo dos intentos en la Cámara de Diputados para cambiar la Ley Orgánica de la Universidad Nacional Autónoma de México sin consulta alguna con la comunidad y con iniciativas del partido en el gobierno” –Morena-
LOS ÚLTIMOS 4 RECTORES Y LOS RETOS QUE ENFRETARON
José Sarukhán Kermez.- Rector del 2 de enero 1989 al 6 de febrero 1997. Recibió una institución polarizada tras el surgimiento del CEU, tres años antes. Heredó el compromiso de hacer un Congreso Universitario, estuvo 8 años en el cargo. E intentó aumentar las cuotas en 1992.
Francisco Barnés de Castro.- Rector del 6 de enero 1997 al 12 de noviembre 1999.
Modificó el Reglamento General de Pagos al establecer diversas cuotas. Esto detonó la última gran huelga estudiantil en la Universidad Nacional. Renunció por falta de solución al conflicto.
Juan Ramón de la Fuente.- Rector del 17 de noviembre 1999 al 16 de noviembre 2007. Heredó el conflicto con el CGH –Consejo General de Huelga- y asumió el diálogo para terminar el paro. En su mandato, el gobierno logró recuperar las instalaciones universitarias. Inició proceso de reconciliación y estabilidad.
José Narro Robles.- Rector del 17 de noviembre 2007 al 16 de noviembre 2015.
Reconocido por su amplia capacidad operadora y negociadora. Como colaborador de De la Fuente, se encargó del plebiscito en el 2000. En sus ocho años como jefe nato consolidó la estabilidad en la Universidad.
El pasado lunes, Excélsior publicó: “Los Rectores y su legado, de la polarización a la estabilidad”.
“Antes -dimisión- de Barnés… Rodolfo Brito en 1944, Salvador Zubirán en 1948 e Ignacio Chávez en 1966, fueron orillados a renunciar al cargo de rectores a causa de movimientos estudiantiles. En 1972, Pablo González Casanova dimitió producto del nacimiento del sindicalismo universitario”.
Con la estabilidad dada por la Junta de Gobierno a la UNAM, a partir de la Ley Orgánica de 1945, son los médicos quienes han dominado la Rectoría, pues hasta antes el control del gobierno universitario estaba en manos de los abogados.
De los 15 jefes natos que ha nombrado la Junta de Gobierno en su historia, prácticamente la mitad, 46 por ciento, son médicos.
En 78 años este gremio ha estado al frente de la Rectoría durante 43 años. El abogado Genaro Fernández MacGregor fue el primer rector nombrado para la nueva era de la Universidad Nacional, pero sólo se mantuvo 11 meses en el cargo.
A partir de 1973, Guillermo Soberón Acevedo encabezó la UNAM, siendo el primer médico que logró culminar un rectorado de ocho años. Lo sucedió otro médico, Octavio Rivero Serrano, quien concluyó su primer periodo, pero no contó con los apoyos para reelegirse.
Fue designado Jorge Carpizo, otro abogado, quien duró cuatro años. Le siguió el ecólogo José Sarukhán para después arribar un tercer ingeniero, Francisco Barnés, que renunció en 1999.
Desde entonces suman 24 años ininterrumpidos de médicos rectores con Juan Ramón de la Fuente, José Narro y Enrique Grau, concluye la cita.
LA ESTRATEGIA DE ECHEVERRÍA ERA DERRIBAR AL RECTOR TERRAZAS AL GOBERNADOR TOXQUI
Extensa cita, pero necesaria, para ver cómo la intención de los presidentes Luis Echeverría, Carlos Salinas y Ernesto Zedillo, han buscado entrometerse en la vida interna de la UAP y UNAM, respectivamente.
Y cómo los gobernadores Mariano Piña Olaya, Rafael Moreno Valle y Miguel Barbosa Huerta, buscaron no solo inmiscuirse al interior de la Universidad, sino imponer Rector en la UAP.
UAP y UNAM han pasado por épocas lóbregas, de asesinatos, huelgas y tomas de sus instalaciones. Afortunadamente sus respectivas comunidades universitarias han resistido y su autonomía ha sido defendida.
Mañana se plasmará el fallido intento de Luis Echeverría para derrocar al Rector de la UAP, Luis Rivera Terrazas, que derivaría en la caída del gobernador Alfredo Toxqui Fernández de Lara.
Historia real, no ficticia.
Al tiempo.
