En los desayunaderos y cafés donde confluyen políticos, dirigentes partidistas, legisladores, empresarios, periodistas, entre otros, cada vez cobra mayor fuerza la interrogante:
La historia sucesoria del Gobierno del PAN en Chihuahua en 2021… ¿se repetirá en la sucesión al Gobierno de Morena en Puebla?
Los hechos y acontecimientos que se dieron antes y después del destape en Chihuahua entre el saliente gobernador panista Javier Corral Jurado, y la abanderada panista –alcaldesa de la capital con licencia- Maru Campos Galván no se habían dado, ni visto, en ninguna entidad del País.
Donde Javier Corral hizo hasta lo imposible por vetar y descarrilar la nominación de Maru Campos, incluso promovió una Carpeta de Investigación en la Fiscalía del Estado para que quedara inhabilitada.
Fue Kramer vs Kramer.
Finalmente, la andanada judicial y mediática corralista se le revirtió, y la ola y simpatía electoral a favor de Maru la instalaron en Palacio de Gobierno a partir del 8 de septiembre de 2021.
Y en junio de este año, el Congreso del Estado de Chihuahua admitió una denuncia para que se abra “juicio político al ex mandatario Javier Corral”, asentado en el expediente CJ/P00172021.
LA GUERRA DE BARBOSA
CONTRA MIER VELAZCO
Todo hace indicar que ese lamentable pasaje político-sucesorio entre panistas al Gobierno de Chihuahua… se esté reeditando en la sucesión gubernamental de Puebla, con la diferencia que aquí es entre morenistas.
Los hechos así lo demuestran.
Primero, durante la campaña extraordinaria a Gobernador de Puebla -junio de 2019-, el Diputado Federal Ignacio Mier Velazco respaldó abiertamente la candidatura de Luis Miguel Jerónimo Barbosa Huerta, teniendo bajo su responsabilidad la integración y compilación de la Agenda de Gobierno, y el Doctor Ernesto Ramírez López llevó la Reforma de Estado.
Ya instalado en Casa de Gobierno, a partir del primero de agosto de 2019, la relación era de entendimiento y mutua colaboración entre el mandatario y el entonces Presidente del Comité de Administración de la Cámara de Diputados.
El quiebre se da en 2021, durante nominación de candidatos a diputados locales y alcaldes, pues los hermanos Ignacio y Daniela Mier Bañuelos lograron la Presidencia Municipal de Tecamachalco y Diputación local, respectivamente.
Y es cuando aflora el malestar y enojo de Barbosa, quien inicia abierta campaña de denostación en contra del coordinador –electo en octubre de 2020- de la bancada de Morena en la Cámara baja, señalándolo de imponer a sus hijos en cargos de elección popular.
La guerra mediática se expande cuando el viernes 19 de noviembre de 2021 policías municipales de Tecamachalco enfrentan y matan a tres ministeriales de la Fiscalía, municipio gobernado por el morenista Mier Bañuelos.
Y el titular del Ejecutivo, como la Fiscalía General del Estado, acusan al edil de haber impuesto al Secretario de Seguridad Municipal, Alejandro Santizo Méndez, de no tener acreditación ni examen de evaluación de la Secretaría de Gobernación.
Al día siguiente, Alejandro Santizo fue responsabilizado del asesinato de los tres ministeriales, por lo que fue detenido y enviado a prisión al igual que su escolta y 12 elementos más.
Amén del serial de mensajes y trascendidos: que si hay orden de aprehensión o no contra Mier Bañuelos, que si se amparó o no, si se lo negaron o no, que si dimitirá o no a la alcaldía de Tecamachalco.
En este 2022 no cesó, sino se disparó el abierto enfrentamiento de Barbosa Huerta contra Mier Velazco, donde esencialmente desde sus mañaneras, y en entrevistas exclusivas a medios de comunicación, emplaza al líder de la bancada de Morena en el Palacio Legislativo a que “aclare los delitos en los que presuntamente está involucrado”.
Y cita el “lavado de dinero, evasión fiscal –lo detectó la UIF- y ejecución de tres agentes ministeriales a manos de policías municipales de Tecamachalco, donde gobierna su hijo Mier Bañuelos”.
Además se deslindó de haber filtrado información sobre la investigación que abrió la Unidad de Inteligencia Financiera –UIF- contra el legislador federal.
MIER DENUNCIA EN FGR
A BARBOSA E HIGUERA
El pasado 11 de julio, el coordinador de los legisladores de Morena en San Lázaro, Ignacio Mier Velazco, presentó una denuncia ante la Fiscalía General de la República –FGR- contra el gobernador de Puebla, Miguel Barbosa Huerta, el ex titular de la UIF, Santiago Nieto, del Fiscal General del Estado, Gilberto Higuera Bernal y del Senador Alejandro Armenta.
Los acusa por “presunto tráfico de influencias, revelación de secretos” y por otros delitos cometidos por servidores públicos, previstos en el Código Penal Federal.
Su propósito es perjudicar de manera sistemática al partido guinda, como a personas que consideran contrarias a sus “intereses económicos, políticos y personales”.
“Le pido con firmeza a la Fiscalía General de la República realice las indagatorias conforme a derecho, cuidando el sigilo y el debido proceso para evitar falsas narrativas como lo hicieron en mi contra”, espetó el legislador.
La respuesta del mandatario llegó a bote pronto:
“Exhorto a Velazco a que aclare su situación frente a diversos hechos que se han ido revelando al paso del tiempo; y aseguró que, en realidad, él pertenece al PRI”.
Machacó: “él no es Morena, es priista”.
“Yo no tengo ni tuve ninguna información y no me dedico a filtrar”.
E invitó a esperar el mes de agosto “para ver si Mier Velazco ratifica su búsqueda para contender a la gubernatura de Puebla en 2024”, cuando presente su cuarto informe de legislador.
Y lo impensable llegó.
Santiago Nieto, ex titular de la UIF, confirmó que “Ignacio Mier Velazco nunca fue involucrado por la dependencia que estuvo a su cargo con una supuesta red de lavado de dinero”.
Y secundó el señalamiento del legislador: “Que la Carpeta de Investigación fue filtrada ilegalmente y se tergiversó la información que contenía”.
Remató: “el caso es un problema entre poblanos”.
Punto.
Mañana continuará esta historia.
Porque Barbosa señaló que “el candidato al Gobierno de Puebla será el designe el Presidente López Obrador”.
¿Será así…?
Al tiempo.
