El 25 de octubre de 2021 en este espacio se retomó el apunte del periodista Raymundo Sánchez, quien señaló en El Heraldo de México: “Barbosa, tan lejos de AMLO y tan cerca del PAN”, para agregar que “alejado completamente de las querencias del presidente Andrés Manuel López Obrador, el poblano Miguel Barbosa quedó prácticamente en la indefensión política, pues ahora es el objetivo de una guerra de baja intensidad por parte de integrantes de Morena, el partido que lo llevó a la gubernatura y que se supondría debía ser su respaldo político”.
“Sus pecados: No tener bisagra en la nuca para decir sí a todo lo que salga de Palacio Nacional y, sobre todo, coquetear con la alianza Va por México (PRI, PAN y PRD) y el expresidente Felipe Calderón.
“Ese fue el mensaje que Barbosa mandó al morenismo al entablar una alianza con el alcalde de la capital de Puebla, Eduardo Rivera Pérez, panista al que se dirige afectuosamente como “Lalo”, y quien cuenta con todo el apoyo del calderonismo y de los dirigentes nacionales del PAN, Marko Cortés, y del PRD, Jesús Zambrano”.
En su columna Periscopio abundó: “Y los demonios morenistas confirmaron sus sospechas el pasado 15 de octubre, cuando Barbosa asistió a la toma de protesta de su amigo Lalo, acto al que también acudió Calderón”.
“Y más, porque el gobernador y alcalde sellaron un pacto de trabajo”.
De inmediato, el líder interino de Morena en Puebla, Aristóteles Belmont, recriminó al mandatario: “Me parece que es momento de entender que a quienes estamos comprometidos con el proyecto de la 4T la ciudadanía nos lo va a demandar y se va a dar cuenta cuando somos un gobierno de Morena, si estamos apegados o no a este proyecto de regeneración nacional”.
Incluso –Belmont-, “le achacó abrirle las puertas del Estado a Calderón… El señor nos robó la Presidencia, eso no se nos va a olvidar, y a quien se le haya olvidado, a quien tenga poca memoria, se lo vamos a recordar”.
Añadió, “el golpeteo contra Barbosa ya rebasó el ámbito estatal, pues las diputadas federales de Morena Julieta Kristal Vences e Inés Parra Juárez emprendieron una campaña desde San Lázaro contra el mandatario, a quien acusan de fabricar delitos, perseguir a pobladores detenidos por el conflicto postelectoral en Santa María Coyomeapan, y hasta lo tachan de “dictadorzuelo”.
“Yo les puedo decir que el mentiroso, represor y tergiversador es el gobernador Miguel Barbosa Huerta”, porque está abusando de ese poder, y el denominador común es la estrategia y la acción y la acción represiva del gobierno del estado en contra de los ciudadanos que ejercen sus derechos, citaron Inés Parra y Julieta Vences.
Como respuesta, el mandatario dijo: “Nadie las toma en cuenta a las señoras, eso lo lamento mucho, pero pueden seguir diciendo lo que quieran”.
“El asunto va escalando y Barbosa parece intensificar su acercamiento con Va por México, a través del alcalde panista, porque es bien sabido que en Palacio Nacional hay un dejo de desprecio hacia él y en la cuatroté consideran que Puebla ya no es gobernado por Morena.
“Y, para ser francos, tampoco sería la primera vez que don Miguel cambie de bandera para sobrevivir políticamente”, remató el periodista Raymundo Sánchez.
UNA VOCERA EN LAS CAÑERÍAS
¿Quién engaña a quién?, fue la pregunta que aquí se dejó plasmada ayer sobre el bajo ataque que recibió la periodista Ruby Soriano, derivado de la columna que publicó con el título: “Un gobernador desinformado”.
Que la llevó a escribir: “Una vocera en las cañerías”.
Va resumen del texto:
“En la Comunicación Política las campañas negras de contraste son el recurso más burdo que se articula ante la incompetencia de una vocería a la que se le acaban los argumentos para encarar los resultados de sus propios errores.
“La campaña digital que hace una semana se articuló en mi contra, resultó tan burda e inverosímil que olvidó ocultar el sello <de la casa>
“No sólo fue una campaña para intentar amordazar mi libertad de opinión, también se ejerció violencia de género emanada de un área que se ha convertido en la burda caricatura de los tiempos morenovallistas. Tiempos donde la hoy represora salía llorando a denunciar hostigamientos.
“La pregunta es ¿cuánto dinero público usa un gobierno estatal para articular desde su vocería campañas de violencia y acoso en contra de la libertad de opinión?
“Ser vocero o vocera está muy lejos de ser una burócrata de boletín y maletín.
“Aunque se entiende cuando esa formación proviene de un periodismo oficial, rasero, alineado, donde nunca se opinó, sólo se avaló y también se cobró.
“Es el duro reflejo de los voceros y voceras cuyo estigma es ser cola de ratón y nunca cabeza de león.
“En un año y meses, ustedes se irán, tal vez a intentar hacer el periodismo cooptado que siempre responderá a los intereses de alguien. En tanto, yo me mantendré escribiendo con la libertad que me dan mis letras.
“La diferencia entre la calumnia y la dignidad son los hechos. Pues hay quienes a pesar de seguir siendo verdaderas DEUDORAS, siguen agazapadas intentando imponer falsas verdades.
“La cercanía no siempre es poder, también puede ser la prueba más fehaciente de un timorato y mediocre servilismo”, concluye Ruby Soriano.
Ahí están los apuntes de los periodistas Lourdes Mendoza –El Financiero-, Raymundo Sánchez –El Heraldo de México-, Ruby Soriano –El Popular- y de este tecleador.
Reiterándose la pregunta:
¿Quién engaña a quién?
¿Los medios o la vocera?
Al tiempo.
