Pareciera que el destino de Eduardo Rivera es vivir un calvario en tanto no sea oficial su candidatura a la alcaldía de Puebla, pues ahora el sobrino del ex gobernador de Puebla, Tony Gali, y otros personajes más aparecieron reclamando un espacio en el proceso del cual saldrá el favorito de los panistas para competir el próximo 6 de junio.
Y es que pese que aparentemente Genoveva Huerta ya se resignó a que Rivera sea el abanderado, a que Marko Cortés ya lo ungió y a que tanto el PRI como el PRD ya se sumaron a él, el panismo o mejor dicho el sector morenovallista que aun sobrevive, se resiste a aceptar que los números favorecen a Rivera Pérez.
No debemos olvidar que tanto Tony Gali como Genoveva Huerta fueron fieles a los Moreno Valle hasta sus últimos días y Eduardo Rivera no era el personaje favorito del ex gobernador, al grado de que su primer periodo como alcalde se vio opacado por el recorte de recursos que ese distanciamiento con el ejecutivo poblano desencadenó.
Pese a todo esto será cuestión de que Eduardo tenga paciencia y sepa soportar el fuego amigo, pues es más la necesidad de “Va por Puebla” de recuperar el control de la capital poblana, que el interés por atender caprichos políticos y ese objetivo sin duda alguna está en la candidatura de Rivera Pérez.
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A propósito de los panistas, esta semana Ricardo Anaya (el AMLO del 2024) visitó Puebla como parte de gira “Conociendo al pueblo” y aunque el hecho pasó desapercibido y se supo hasta días después, vale la pena hacer mención que quizá deba replantear su estrategia.
El hecho de seguir los pasos de López Obrador queriéndose mostrar como el más cercano al pueblo le está resultando en burlas, pues nadie le cree que se suba al transporte público o duerma en humildes moradas por mero amor al arte.
Quizá le salga peor el caldo que las albóndigas así que aún está a tiempo de madurar más su idea o replantear de una manera el querer parecer cercano a la gente.
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Vaya escándalo el que han desencadenado los integrantes de la familia Jenkins, en especial Guillermo Jenkins de Landa, pues una fuente cercana le ha contado a un servidor que es él quien a lo largo del tiempo ha demostrado ambición desmedida, al grado de querer quedarse con el control absoluto de la Fundación Mary Street Jenkins.
A estos señalamientos se sumaría la carta de doña Eloísa, su propia madre, quien incluso se avergüenza de que porte esos apellidos, luego del mal trago que está haciendo pasar a su familia.
Sin duda alguna habrá que tener los ojos bien abiertos para saber si la justicia en México aún existe o simplemente está a disposición del mejor postor y no sólo por el futuro de una de las familias más reconocidas de Puebla, sino por miles de alumnos de las escuelas que apadrina esta fundación así como beneficiarios de otras causas.
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El presidente López Obrador esta semana dio mucho de qué hablar, empezaré por decir que la reunión virtual con el presidente de Estados Unidos fue una burla para todos los mexicanos, pues lo que él cantó como un gran encuentro no fue más que una charla para refrescar frases históricas y externar los fervores religiosos.
Las sonrisas que explayó Biden no fueron más que la satisfacción de ver como quien sirvió de tapete a Donald Trump, ahora debe regresar con la cara agachada a reconocer que la Unión Americana necesitaba un cambio, pues el hombre naranja estaba causando un daño severo en su sociedad.
Para mayor ejemplo de que esta reunión no sirvió más que para levantar los egos del mandatario norteamericano, está el hecho que no se habló en lo más mínimo del envío de vacunas contra la Covid-19 y es que seamos realistas, en aquel país sí existe un compromiso con la salud de los ciudadanos, no como pasa en México que AMLO encontró en el antibiótico el arma de campaña perfecto rumbo al mes de junio.
Otro tema que causó risa e incredulidad fue la aparición de un “espontaneo” que casualmente surgió un día después de que el presidente fuera despedido con mentadas al bajar de un avión proveniente de Guadalajara.
Tal pareciera que lo que buscaba Jesús Ramírez y todo su grupo de actores de la mañanera era refrendar que “el pueblo bueno” aún confía en su mesías, además de acallar las voces que afirmamos que la luna de miel entre la cuatro “T” y los votantes se está terminando a dos años (en curso el tercero) de no tener resultados del tan prometido cambio.
En contraste ahora resulta que un improvisado puede ingresar como Juan por su casa a Palacio Nacional pero previo a la marcha feminista el recinto fue amurallado con el pretexto de preservar la seguridad de uniformadas y manifestantes.
El hecho ya le desencadenó una ola de críticas a nivel internacional y seguramente se irá sumando si se concreta la llegada de Félix Salgado Macedonio a la candidatura de Guerrero, simplemente puedo decir que para proteger a las mujeres no se necesitan grandes muros de acero, se necesita combatir a los agresores desde las instituciones y haciendo valer las leyes.
Mi reconocimiento a todas las mujeres en su día, que esta lucha que les ha llevado años se siga escuchando en todo el mundo, pues tarde o temprano debemos reconocer que el mundo camina gracias a muchas de ustedes.
Finalmente me sumo a la pena de un gran panista en toda la extensión de la palabra Luis Olmos, que este fin de semana perdió la batalla contra el cáncer pero no la perdió con la cabeza agachada, lo combatió con la cara en alto y sin demostrarle flaqueza hasta el final, mis condolencias a toda su familia.
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